Lo que tus dientes dicen de ti

Las personas que tienen rostros agradables también tienen bocas bonitas y viceversa. La selección natural favorece a los individuos con buenos genes y buen sistema inmune. Una de las características que señala una calidad genética elevada, es no haber padecido enfermedades graves durante la infancia y la juventud que van dejando huella.

El grado de simetría es uno de estos indicadores de calidad genética. La atracción por la belleza es la atracción por lo simétrico. Nosotros en biología somos vertebrados simétricos bilaterales, tenemos 2 orejas, 2 ojos, o agujeros de la nariz, pero también 2 lados de masticación. Estas estructuras deben estar y funcionar perfectamente simétricas, es por ello que las desviaciones de la línea media dental o las inclinaciones del plano de los dientes se perciben como desagradables.

Estas perturbaciones de la boca, nos están indicando alteraciones funcionales o del desarrollo del individuo, que además afectan a su cara, ya que, la masticación la modela. Una falla de esta función en la niñez va a provocar un desarrollo asimétrico del rostro. Y en la fase adulta  masticar es el ejercicio de la cara,  con lo que cualquier disfunción provocará una actividad asimétrica, que la torcerá y que con el tiempo generan daño o problemas.

Nuestro entorno civilizado tiende al desequilibrio, lo que nos lleva a los índices de enfermedad dental tan altos. Mediante la odontología preventiva y la RNO podemos ayudar a un correcto desarrollo de la boca y por ello de la cara desde bebes, para obtener todo su potencial genético. Mientras que en el adulto podemos funcionalizarlo, para que todo trabaje correctamente y así evitar daño.

 

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