La Odontología: la ciencia Imperfecta

Mientras que la perfección según la academia es la completa ausencia de error o defecto, la imperfección es la falta o defecto pequeño.

Comprender la imperfección de la odontología y de sus tratamientos dentales, es la única posibilidad de crecer como profesional, ya que, te enfrenta a tus propias limitaciones humanas. Pero además si uno se sincera más, se enfrenta también a sus propias limitaciones como profesional.

Dentro de las características del arte Japonés , esta la predilección por la asimetría constituye uno de los principios de la expresión artística japonesa como forma de negar la perfección . Según estas normas estéticas la simetría o la perfección es una invención del hombre y pertenecen a los dioses. Por estas razones la perfección no existe en la vida real. Esto me lleva a entender que la perfección de los dioses, es lo natural, el propio diente, y las imperfecciones son nuestros tratamientos. Aunque muchas veces estos defectos son necesarios, conviene tenerlo en cuenta para dos cosas.

Primero intervenir lo menos posible (MI: Mínima Intervención), eliminar lo innecesario y superfluo para descubrir la simplicidad. Esta ayuda a crear el menor número de defectos posibles, ya que, nuestros tratamientos son imperfectos, por muy buenos que nos creamos que son.

Y segundo como la perfección esta en la propia naturaleza, el único camino para trabajar en ella, pasa por intentar mantenerla, esto es trabajar en salud y prevención con el fin de evitar los defectos. No solo de nuestros tratamientos sino también de la enfermedad. Como dice Georg Christoph Lichtenberg «la enfermedad es la mayor imperfección del hombre».

Compañeros  no engañemos a nuestros pacientes, diciéndoles lo maravilloso que es este o ese tratamiento, pero sobre todo que no nos engañemos a nosotros mismos pensando que realizamos tratamientos perfectos, porque eso es nuestra propia condena. Y sobre todo aspirar a trabajar en esa perfección que es la salud natural.