Respiración Oral: Crisis de Angustia, Ansiedad, Stress, Depresión

La respiración nasal es la adecuada y la que proporciona los mayores beneficios para la salud , es también la denominada “completa” o profunda porque abarca el abdomen, el diafragma y el tórax. En ella la boca está cerrada y se respira de forma relajada por la nariz, sin esfuerzo ni molestias.

Crisis de angustia, ansiedad, estrés, depresión son síntomas que presentan solapamiento entre los mismos. Todas las personas sienten un grado moderado de las misma, siendo éstas una respuesta adaptativa del individuo frente a las demandas del ambiente, el problema es cuando se instalan en el individuo de forma crónica.

En un estado de disfunción como es la respiración por la boca, hay una desorganización interior, esta función está trabajando en nuestra contra, ya que la repetimos miles de veces todos los días provocando una  interferencia nerviosa del sistema autónomo o neurovegetativo para responder a la demanda fisiológica de atender las condiciones internas, lo que desactiva o retrae la rama parasimpática (modo relajado, tranquilo, regenerador social,… del cuerpo), y a su vez estimula la rama simpática (mecanismo de “lucha o huida) constantemente, incluso aunque no nos encontremos en situaciones que requieran tal estado de estrés.

El sistema nervioso simpático es el modo supervivencia del organismo y fue diseñado para dar respuesta a las exigencias de la vida a corto plazo,  se encarga de estimular la salida de enzimas y hormonas del estrés: adrenalina, cortisol, endorfinas, etc. Estas hormonas o neuropéptidos se encargan de aumentar el ritmo cardíaco, la capacidad pulmonar, el riego sanguíneo y frenar las sensaciones de dolor para que podamos seguir luchando para sobrevivir.

La hiperestimulación del sistema nervioso simpático constante y su correspondiente agotamiento está detrás de un conjunto de dolencias como la crisis de angustia, ansiedad, estrés, depresión.

Para su rehabilitación son necesarias terapéuticas de la boca dirigidas a recuperar la re-organización del sistema nervioso autónomo a través de la función y no tratamientos estéticos que no realizan el trabajo profundo necesario.

 

 

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