El cuidado de la voz y la garganta
La voz es el instrumento que tenemos para comunicarnos y por ello debemos procurar cuidar y hacer un buen uso de la boca y con ello de las cuerdas vocales.
Los problemas mas frecuentes encontramos en las cuerdas vocales son la afonía que es la pérdida de la voz, y la disfonía que da diversos síntomas, como molestias a la hora de hablar, voz ronca, falta de fuerza o volumen en la voz o dolor son los mas habituales.
Cualquier persona puede sufrir una disfonía en algún momento de su vida, ya sea en la infancia, adolescencia o de adulto. Sin embargo las personas que utilizan su voz como herramienta de trabajo, por ejemplo los profesores o monitores de deportivos , telefonistas o tele-operadores, cantantes, actores, locutores o políticos, presentan una probabilidad más alta de padecer una patología vocal causada por el uso constante de su voz. También son muy vulnerables otros como los vendedores, abogados, funcionarios que trabajan de cara al público o sacerdotes.
Aunque las disfonías pueden aparecer por causas diversas, suelen ser de origen funcional y suelen deberse a un mal uso y/o abuso vocal como gritar, pero generalmente si se repiten los episodios, suele existir una respiración por la boca o fumar. También pueden darse problemas de voz debido a causas neurológicas.
Estas disfonías funcionales también pueden derivar en problemas orgánicos con lesión estructural como pueden ser los nódulos, pólipos vocales, laringitis aguda o crónica, quistes, edemas, etc.
Nos corresponde comer por la boca y respirar por la nariz, cuando respiramos por la boca, el aire entra frío, seco y contaminado, lo que agrede las mucosas de la boca y en especial las cuerdas vocales.
Las mucosas del cuerpo tienen que tener moco, el moco de las mucosas orales se lo proporciona la saliva, mucinas y glucoproteinas, que son como un aceite que las protege y así mantener las cuerdas vocales lubricadas y que vibren correctamente. Cuando respiramos por la boca se seca y la entrada del aire sucio, seco y contaminado agrede las cuerdas bucales sin protección salival.
Además la respiración oral es una causa importante de reflujo gástrico que a su vez provoca irritación e inflamación en cuerdas bucales y demás estructuras de la boca.
Darse cuenta de como respiramos es difícil, ya que la respiración no esta regulada por el sistema nervioso central, vida consciente y voluntaria, esta regulada por el sistema nervioso autónomo que es el automático, inconsciente, involuntario. Podemos tener sensación de sequedad, picor o irritación en la garganta, necesidad de toser o carraspear para aclarar la garganta o cualquier problema de voz. Pero hay dos cosas que nos lo confirman, una es roncar y la otra es que cuando durmamos tenemos que tener los labios cerrados, si se abren 1mm ya estamos respirando por la boca. La halitosis (mal aliento) por la mañana, sinusitis, rinitis, otitis, las amígdalas inflamadas, infección las encías, o los pulmones, caries, alteración postural, así como el reflujo gástrico son indicadores de respiración bucal.
Fumar es también respirar por la boca toxicidad, y otra de las agresiones más comunes, el humo produce sequedad e irritación al pasar por las cuerdas vocales, además de aumentar las probabilidades de desarrollar un cáncer en la boca, laringe o pulmones.
Como dijo el médico griego Hipócrates «lo primero es no hacer daño«, y esto sirve para todos los niveles de salud. Algunas recomendaciones básicas que siguen esta premisa para tener en cuenta en el día a día.
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Respirar por la nariz.
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Agua de seis a ocho vasos diarios y evitar bebidas alcohólicas, con cafeína y carbonatadas.
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No fumar.
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No forzar la voz en cuanto a volumen, no gritar y evitar ambientes ruidosos. En cuanto al uso continuado de la voz, es recomendable hacer descansos. Las cuerdas vocales son músculos que pueden “cansarse” si se ejercitan constantemente sin descanso.
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En caso de molestias: evitar toser o carraspear, ya que, con esto podemos dañar aún más la garganta y las cuerdas vocales. Estimular la saliva.
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Un estilo de vida saludable, y evitar el estrés la voz está estrechamente ligada al estado emocional de las personas y por tanto el estrés puede provocar la contracción de la musculatura del cuello y las cuerdas vocales, así como los músculos usados para la respiración y la postura.
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Dormir 6-8 horas ayuda a la recuperación el cansancio vocal y salud general.
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La utilización de algunos fármacos pueden disminuir del flujo salival y tener efecto en las cuerdas vocales.
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Hacer ejercicio regularmente. El ejercicio aumenta el vigor y la tonificación muscular. Esto ayuda a mantener una buena postura y respiración, necesarios para hablar adecuadamente.
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Si los problemas persisten sería recomendable visitar a un especialista
Sí, si siente que tiene alguna molestia, se le seca la boca o la garganta, ronca o nota que respira por la boca, ya es momento de actuar, pero si nos quedamos sin voz y los síntomas son persistentes, se realiza un trabajo multi-disciplinar con un médico otorrinolaringólogo, foniatra o logopeda.