Relación del Nivel Activación del cerebro con la boca
El nivel de activación es el estado general de alerta, tanto físico como psicológico, que nos permite reaccionar ante un estímulo. Prepara al cuerpo para la acción, aumentando la actividad cerebral y mejora de la capacidad de respuesta ante un desafío. Indica si estamos en un estado de regulación o calma, de alta activación o excitación o de baja activación o desconexión.
El nivel de activación fluctúa durante el día tanto consciente como inconscientemente para adaptarnos a las necesidades del momento. No es el mismo nivel de activación que necesitamos para hacer deporte, que para estar con la familia o si vamos a acostarnos para dormir. El nivel óptimo de activación es aquel que nos permite adaptarnos bien al mundo para afrontar la actividad, tarea o situación que estamos realizando de la mejor forma posible.
La Salud es esa capacidad que tenemos de adaptarnos en todo momento adecuar nuestro nivel de activación, ya que, incluye cambios fisiológicos como la aceleración del ritmo cardíaco, la respiración rápida y la tensión muscular.
El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) regula el nivel de activación a través de sus dos ramas principales: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Ambos sistemas trabajan juntos, pero tienen diferentes funciones:
- El Sistema Nervioso Simpático (SNS) se activa en situaciones de alerta, estrés o amenaza y facilita una respuesta de lucha o huida. Cuando se activa este sistema aumenta nuestra frecuencia cardíaca, se nos dilatan los bronquios y los vasos sanguíneos para aumentar el flujo de sangre y oxígeno en los músculos y liberamos adrenalina y otras hormonas que permiten aumentar nuestra energía y atención.
- El Sistema Nervioso Parasimpático (SNP) se activa en situaciones en las que estamos relajados y tranquilos y, por tanto, facilita el descanso. Cuando se activa el sistema nervioso parasimpático disminuye nuestra frecuencia cardíaca, se contraen nuestros bronquios y los vasos sanguíneos y aumenta la actividad de nuestro sistema digestivo y urinario.
Un buen equilibrio del SNA esto es de su acelerador SNS y de su freno SNP permite un nivel de activación que nos permita adecuarnos a la situación de la vida. Nuestro nivel de alerta debería activar y desactivarnos muchas veces a lo largo del día. Cualquier anclaje en la activación lleva a tener un estado permanente de alta o baja activación que son algunas formas de desequilibrio donde vamos a tener dificultad en la adaptación al entorno.
El SNP se extiende fundamentalmente por el territorio de algunos nervios craneales III, V, VII, IX y X que dan inervación a la cara y boca. Cualquier alteración crónica de la boca modifica la información sensorial táctil y propioceptiva provocando cambios en el esquema oral en el cerebro. Ello lleva a desajustes negativos en el SNA interpretando que existe una amenaza, y bloqueando al SNP lo que genera tensiones que alteran el nivel de activación.
La propiocepción es el sentido que nos permite percibir la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento. Depende de estímulos sensoriales tales como: visuales, auditivos, vestibulares, bucales, cutáneos, articulares y musculares, que envían señales al cerebro donde se integra toda esta información sensorial que genera una percepción general o mapa del cuerpo. Las funciones sobre las que actúa:
- Regular el equilibrio (postura)
- Coordinar los movimientos
- Mantener el nivel de alerta del cerebro
La integración sensorial oral nos ayuda a procesar los estímulos internos y del entorno de forma correcta lo que nos permite ofrecer una respuesta más adaptada al entorno.
La dis-percepción o disfunción propioceptiva oral se produce cuando hay desajustes, desorganización, o alteración en las señales que envían los sensores propioceptivos y táctiles de la boca al cerebro alterando su integración, lo que se traduce en una respuesta una desregulación en el nivel de alerta que lleva a la falta de adaptación con el entorno.
Tratamiento: las estimulaciones propioceptivas actúan sobre diferentes captores (ojo, pie, boca). Loa estimuladores sensoriales orales ALPH (ver una entrada anterior donde explicamos en que consisten) son uno de los tratamientos que ayudan a restablecer el funcionamiento del sistema propioceptivos a nivel del captor bucal para la regulación o equilibrio del SNA y como consecuencia del nivel de activación.