Mantenimiento Preventivo & Causa Raíz Dental

Tradicionalmente ha existido  la idea, que ir estropeándose y perdiendo dientes era una consecuencia natural de cumplir años. Las nuevas cordenadas nos indican que podemos envejecer con nuestros dientes sin ningún problema. Lo primero hay que «querer» para luego «hacer», todo ello bien asesorado en nuestro mantenimiento preventivo, para que los esfuerzos esten bien dirigidos,  no sean inútiles, y no caer en la prevención simplista que ha sido poco útil a razón de los resultados.

En los modelos de odontología preventiva y de mínima intervención (MI) buscamos el perfil del paciente, que nos indica que tipo de problemas de la boca es más probable que la persona desarrolle. Una vez determinado este, al enfrentarnos a enfermedades multifactoriales y sabiendo que de todo no podemos protegernos, entonces se busca su Causa Raíz. La definición de raíz es la parte oculta de una cosa y de la cual procede la parte visible o manifiesta. En la salud de la boca es el origen, el «porque», en otras palabras es la razón esencial, la prioridad,  por la cual se estropean los dientes o la boca de ese individuo, que es lo que nosotros vemos, su consecuencia.

Es una metodología clínica  que trabaja en evitar los problemas de boca o su recurrencia a través de identificar su etiología. Una vez conocemos su causa raíz, podemos diseñar desde esa prioridad, un mantenimiento preventivo. El propósito de identificar la solución a un problema, es prevenir la reaparición al menor coste biológico, y de la manera más simple.

El Mantenimiento Preventivo de la boca,  es una filosofía de mantenimiento proactiva, donde la persona moviliza sus recursos, para extender la vida de sus dientes. Es un modelo de trabajo dirigido fundamentalmente a la detección y corrección de las causas que generan los problemas y que conducen a la enfermedad dental. Una vez que las causas que generan la enfermedad han sido localizadas, no debemos permitir que éstas continúen presentes en la boca, ya que de hacerlo, aparecera el daño y su vida y función, se verán reducidos. De esa manera prevenir la reiteración de eventos dañinos similares y poder identificar las lecciones a aprender para promover el logro de mejores consecuencias. 

La longevidad de los diferentes componentes de la cavidad bucal depende de que los parámetros causales que a través de biomarcadores,  sean mantenidos dentro de límites aceptables, utilizando una práctica de «detección y prevención» de las desviaciones según el programa de Mantenimiento Preventivo. Se define el «éxito» como la certeza casi absoluta de la prevención de la reiteración de un evento.

La odontología tradicional ha sido normalmente reactiva, esto es, el tratamiento de la consecuencia de un evento, sin analizar su causa. Estos nuevos modelos ayudan a transformar una cultura reactiva (que actúa en consecuencia a problemas) a una cultura proactiva que resuelve problemas antes de que ocurran o escalen a problemas mayores. Además, reduce la frecuencia en que ocurren los problemas. Aunque pueden ser recibidos como una amenaza en varias culturas y ambientes. Un cambio de cultura siempre encuentra resistencias.

Con un buen entendimiento de esta metodología permite desarrollar una práctica preventiva y pronosticar problemas probables antes de que sucedan. En la  actividad diaria del mantenimiento preventivo, es común encontrarnos con condiciones de «convivencia» con los problemas en vez de utilizar una técnica real de detección y solución de las causas.

Para poder detectar y corregir las causas de falla, establecemos métodos de control y seguimiento que nos permitan identificarlos.