¿Se puede prevenir la mal-oclusión?

La respuesta es SI.

Denominamos maloclusión a toda aquella situación en la que la oclusión no es normal, es decir, cuando el engranaje del maxilar superior y de la mandíbula o la posición de las piezas dentales no cumple ciertos parámetros que consideramos normales. Es el 3º problema más prevalente de la boca detrás de la caries y la enfermedad peridontal.

La maloclusión como  otros desordenes dentales son consideradas enfermedades de la civilización,  en otras épocas  apenas se encuentran, y consecuentemente podemos decir que estan provocadas por el estilo de vida actual. En la sociedad actual, la alteración de la lactancia materna por  el uso de biberones,   de la masticación por dietas blandas, de la respiración oral, del modo de dormir o de la deglución  entre  otros muchos factores. En definitiva hábitos orales no fisiológicos, son los que alteran las funciones normales y hacen que se provoquen la mayor parte de las alteraciones en el desarrollo del sistema masticatorio, que llamamos maloclusión.

Esta situación se relaciona con el hecho de que el hombre nace condicionado para respirar por la nariz y alimentarse por la boca. La función hace la forma, por lo tanto, al romperse ese mecanismo fisiológico se afecta el crecimiento y desarrollo facial, pero a nivel general, se ven implicados los 4 grandes sistemas (muscular, digestivo, nercioso cental e inmunológico).

A nivel de los huesos de la cara, la alteración o falta de crecimiento de las bases óseas de los maxilares (continente) hace que los dientes no se puedan colocar correctamente (contenido) que es lo que más facilmente vemos mal colocado.

La rehabilitación neuroclusal (RNO) y la rehabilitación del sistema respiratorio son tratamientos preventivos que tienen como objetivo detectar los factores que provocan la maloclusión en edades tempranas, para acompañar el desarrollo de las estructuras, ayudar al desarrollo de los maxilares y establecer una buena colocación de los dientes desde pequeños. Una buena masticación y la respiración haran su trabajo, creando una buena oclusión,  la función crea al órgano.

En rehabilitación neuroclusal (RNO) es un procedimiento muy fisiológico y poco agresivo que  mediante el equilibrado de la boca recupera la correcta función masticatoria. En algunos casos  se utilizan aparatos removibles, no activos que actúan por presencia, sin tensiones dolorosas. Los niños se adaptan a llevarlos fácilmente. Se consiguen expansiones de las arcadas adecuadas, permitiendo la correcta colocación dental y favorenciendo también la respiración nasal.

La rehabilitación del sistema respiratorio restaura la respiración nasal con sellado labial, mediante ejercicios, cambio de dieta, y aparatología removible muy simple, que facilita correcta respiración nasal, para que se ejerza una presión negativa entre la lengua y el paladar duro durante la inspiración. La lengua se eleva y al apoyarse contra el paladar ejerce un estimulo positivo para el correcto desarrollo transversal del maxilar superior.

Está muy extendida la creencia de que hay que esperar a la erupción de toda la dentición definitiva a partir de los 12años. La primera visita al dentista ya debería estar alrededor de 3-4 años de edad, cuando el niño todavía tiene dientes de leche. Ya hemos comprendido que actuar a tiempo en edades tempranas, cuanto antes,  ayudará a prevenir, ya en la dentición definitiva una vez se ha completado el desarrollo, es muy difícil corregir el problema óseo, ya es tarde y se hace lo que se puede.

Es muy importante que el dentista tenga experienia en RNO y rehabilitación del sistema respiratorio, así podrá detectar alteraciones en las funciones de la boca y el complejo craneofacial, como la respiración, la deglución, el habla y la masticación para realizar un diagnóstico précoz y una intervención temprana, menos agresiva y más fisiológica.

La mayor parte de las maloclusiones pueden prevenirse mediante simples tratamientos que corrigen los factores causales que pueden afectar negativamente al crecimiento y desarrollo de los maxilares. En particular, hay que comprobar si hay unas correctas funciones como buena masticación, respiración nasal, deglución, y evitar malos hábitos como el uso prolongado del chupete o problemas anatómicos como un frenillo  lingual demasiado corto.

En definitiva como hemos dicho, la función hace la forma, ya hemos comprendido que hay que empezar cuanto antes a funcionalizar las estructuras, para que no se instalen los problemas, ya que, conforme pasa el tiempo, estos se agravan y tenemos que recurrir a tratamientos más complejos, más antifisiológicos, más agresivos,  con aparatologías fijas en los dientes o incluso intervención quirúrgica.

 

 

2 Comments

  1. Hola mi nombre es María, soy Logopeda.
    Acabo d encontrarme con este artículo.
    Me sorprende que, a pesar de tratar un tema tan interesante e importante, no se haya nombrado la importante función que ejerce el logopeda para estos tipos de casos.
    Resulta que el logopeda es el profesional encargado de rehabilitar las funciones estomatognaticas (respiración, deglución, succion, masticación y habla) y por tanto junto con una correcta coordinación con el dentista u ortodoncista se conseguirán grandes resultados en estos de maloclusiones.
    La intención de este mensaje no es otra que informar del papel del logopeda y dar a conocer mi profesión.
    Un saludo muy cordial

    1. Stellar work there evrynoee. I’ll keep on reading.

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