Odontología del Conocimiento
En la «sociedad del conocimiento» , donde el incremento en las transferencias de la información ha modificado en muchos sentidos la forma en que desarrollan muchas actividades en la sociedad moderna, la odontología no se podía mantener al margen de esta revolución.
Todo lo que somos, es el resultado de una interacción entre nuestro cuerpo ( genes) y el medio ambiente ( externo). Una buena parte del efecto ambiental como la edad, la higiene, la dieta, la función, el stress, o el tabaquismo nos provocan pequeños cambios bioquímicos y biomecánicos. Estos leves cambios son anotaciones al margen de los genes que se modifican por el ambiente y que desempeñan un papel determinante para facilitar o impedir la activación de los genes cuyas alteraciones actúan en la enfermedad.
En boca, podemos analizar el tipo de estructuras que tenemos, cuerpo, ya sean dientes, encías, bases óseas, saliva entre otras y valorar como el ambiente altera estas condiciones que cambian las bacterias que colonizan nuestra boca, la saliva, el ph,… Hoy podemos medir el nivel y estado de salud de la cavidad bucal que se interpreta en términos bioquímicos y biomecánicos. Estos son los biomarcadores que nosotros tenemos que ajustar para no perder el equilibrio de este medio, con el fin de prevenir condiciones que favorecen el desarrollo de enfermedades.
La diferencia entre odontología del conocimiento y de la información es que la información no es lo mismo que el conocimiento, siendo la información , los biomarcadores que el paciente no comprende, un instrumento del conocimiento. El conocimiento es aquel que puede ser comprendido por cualquier mente humana razonable, se define como la interpretación de dichos datos (biomarcadores) dentro del contexto de la vida de la persona, encaminada a objetivos de prevención y salud.
También se puede llamar odontología del saber, ya que la persona pasa a tener un rol activo, sabe como cuidar de su boca , es la responsable, siendo el dentista el que le ayuda en este desafio de estar bien, a través de los biomarcadores que son una interpretación objetiva de su estado.
Como dice Fulton Sheen y en salud es un máxima: «La vida (en este caso la salud) es como una caja registradora, en la que todo cuenta, cada pensamiento, cada acto, como cada venta, se registra y se almacena». Solo las personas que se saben y quieren seran dueños de su futuro.
¿Pero de donde obtenemos la información? de la persona, por supuesto, hay que pegarse al paciente, para recoger toda esa información sobre él, que a través de nuestro conocimiento, devolveremos en forma de elevar el nivel de conciencia sobre su salud, y que acciones tiene que realizar.
EL SABER ES EL PRODUCTO