Relación de la BOCA con los problemas de Cervicales

Nuestro estilo de vida moderno , donde funciones de la boca como la respiración, deglución y masticación se ven alteradas y desequilibradas con mucha facilidad respecto a nuestros antepasados, al margen de otros malos hábitos, da como resultado una incorrecta alineación de nuestra estructura corporal. Estos desequilibrios musculares y estructurales de la cavidad oral crean compensaciones que obligan a los músculos a asumir una mayor activación de la que se les presume y a ciertas articulaciones funciones que no le correponden.

Existe una importante relación entre la musculatura de la boca y la región cervico-dorsal tanto desde el punto de vista neurofisiológico como biomecánico. Este equilibrio dinámico nos obliga a valorar integralmente las dolencias relacionadas con la boca y la región cervical, ya que, ambas forman parte del cuadrante superior del cuerpo, la musculatura de la cabeza y el cuello.

Los músculos de la masticación son sinérgicos a los cervicales. Un músculo se considera sinérgico siempre que se contrae exactamente en el mismo período del agonista (músculos que realizan una misma acción), pero no es el músculo responsable principal para el movimiento o el mantenimiento de la posición. Por ejemplo, si al abrir la boca no se activara la musculatura cervical, la fuerza de la musculatura suprahioidea provocaría una flexión cervical.
Existe una relación continua de sincronismo de activación muscular entre el masetero con el ECOM (esternocleidooccipitomastoideo) y el músculo temporal con el trapecio. Cuando se activa el músculo digástrico el trapecio superior se activa al mismo tiempo, como ha sido demostrado por estudios electromiográficos.
La principal relación anatómica entre estas dos regiones es el hioides. Este hueso situado en la región cervical anterior está totalmente influenciado por la musculatura (musc. Infrahioidea y musc. Suprahioidea) y las fascias (cervicales anteriores), debido a que carece de articulación con otro hueso. Este hueso vincula la musculatura suprahioidea, relacionada con la ATM, con la musculatura infrahioidea relacionada con la región torácica alta y escapular. En cuanto la musculatura suprahioidea destaca la lengua, imprescindible en la masticación, la fonación y la deglución, cuya inserción se sitúa en el cuerpo del hioides. Otros músculos importantes son el digástrico, milohioideo, geniohioideo. En cuanto a la musculatura infrahioidea destacamos 2 músculos: el omohioideo, que relaciona el hioides con la escápula (omóplato) y que puede afectar a músculos tan relacionados con las cervicalgias como el elevador de la escápula o el trapecio. El segundo músculo destacable es el esternocleidohioideo, que relaciona el hioides con la clavícula y el esternón, con lo que puede alterar a músculo cérvicodorsales tan importantes como los escalenos y el ECOM (esternocleidooccipitomastoideo).
Cualquier alteración en la oclusión, ya sea por interferencia, prematuridad, bruxismo, alteración funcional (como respiración oral, deglución atípica o masticación unilateral) o alteraciones del desarrollo del sistema masticatorio, causa fuerzas retrusivas o laterales en la mandíbula, modificando su posición de reposo, provocando una descompensación en el equilibrio muscular (agonista-antagonista), que obliga a realizar una readaptación postural, la cual traslada la perturbación a la musculatura cervical. Ello suele provocar hiper-actividad (aumento de actividad) de la musculatura masticatoria, trasladando este aumento a los músculos esternocleidomastoideo y los trapecios, denominados de contra-apoyo, y que son lesivas para nuestros tejidos de la cabeza, cuello, mandíbula y columna vertebral.

Tambien una respiración oral, baja y adelanta la lengua,  cambiando la posición del hueso hiodes, lo que lleva a una posición adelantada de la cabeza, con una ineficacia mecánica  por no tener alineada respecto a la vertical la cabeza, cuello y mandíbula. Esto se traduce a nivel biomecánico en que las vértebras cervicales sufren un exceso de carga compresiva, como si nos colocaran un saco de 2kg en la cabeza. Y esto produce, a largo plazo los síntomas  como dolor de cuello y cabeza, mareos, tensión muscular, dolor mandibular que  notamos.

Podemos resumir que una alteración funcional del aparato masticatorio facilita que nuestra alineación postural comience a colapsar lo que genera un exceso de actividad muscular que puede llevar a dolor en la zona cervical. Dolor es sinónimo de ineficacia mecánica. La clara relación existente entre ambas zonas, hace que aunque es importante tratar el área sintomática cervical, no debemos olvidarnos que el origen del problema suele estar en la boca, ya que las funciones orales son dominantes, ya que las realizamos a diario y que es necesario resolver la causa.

2 Comments

  1. Es improbable encontrar a gente con conocimientos sobre este mundillo , pero creo que sabes de lo que estás escribiendo. Gracias compartir información como este.

  2. Has dado en el punto con este articulo , realmente creo que este blog tiene mucho que decir en estos temas . Volveré pronto a vuestro blog para leer mucho más , gracias por esta información .

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