La Ley de Engel en la salud

La ley de Engel es una observación empírica  sobre cómo la gente distribuia sus gastos entre comida, vivienda, transporte, cuidado de la salud y otras clases de mercancia y servicios a medida que incrementaban los ingresos familiares. Realizada por primera vez por el estadístico alemán Ernst Engel hace más de un siglo  enunció que “cuanto más pobre es un individuo, una familia o un pueblo, mayor ha de ser el porcentaje de su renta necesario para el mantenimiento de su subsistencia física y, a su vez, mayor será el porcentaje que debe dedicarse a la alimentación”.

Cuando aumentan los ingresos, la proporción del ingreso gastado en alimentos disminuye, aún cuando es probable que el gasto real en alimentación aumente en términos absolutos debido a la elección de consumir alimentos y bebidas fuera del hogar. Nuestra forma estrasante de vida, la proliferación de alimentos procesados y precocinados, además de la busqueda de ocio, nos alejan de la comida en el hogar más casera natural y sana. Esto significa que tratamos de cubrir la necesidad básica de alimentarnos de un modo funcional, buscando un ahorro de tiempo lo que implica que suela ser una comida rápida, cómoda, y probablemente más barata y dañina.

En los países ricos entre los que ya nos podemos incluir, no apreciemos lo bienes básicos que generan la salud como la comida sana,  pasear, porque en general,  valoramos a medida que la renta va aumentando el consumo de  los bienes de lujo relativo y de lujo propiamente dicho. En definitiva fallamos en lo básico,  caemos en la siguiente paradoja, nunca en la historia de la humanidad hemos tenido tantas posibilidades de comer como en la actualidad y nunca se ha comido tan mal. Todos nos damos cuenta que la comida que comíamos en nuestras casas, la de nuestras madres o abuelas era más  sabrosa y saludable, sabiduría,  porque le dedicaban tiempo a su preparación, tiempo a una de las funciones básicas de nuestro cuerpo como es la alimentación de la familia.

Alejarnos de lo natural es de nuevos ricos, tanta ciencia, tanto conocimiento mal utilizado nos acaba devorando, lo que se traduce en que desarrollamos todas las enfermedades relacionadas con la civilización, o también llamadas degenerativas.

Quiero aprovechar para recomendaros la lectura del libro de mi compañero Fernando Fombellida y por el cocinero Andoni Luis Aduriz titulado «cocinar para vivir» que presenta pautas de buena salud y  recetas saludables fáciles  para el día a día y la prevención de enfermedades.