Concepto «Slow Dental»
En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado «Slow » que es una corriente cultural que promueve calmar las actividades humanas. El movimiento slow propone tomar el control del tiempo, más que someterse a su tiranía, dando prioridad a las actividades que redundan en el desarrollo de las personas. Los ponentes de este movimiento creen que, aunque la tecnología puede acelerar el trabajo, así como la producción y distribución de comida y otras actividades humanas, las cosas más importantes de la vida no deberían acelerarse.
El movimiento» Slow dental» significa retomar los valores esenciales de la odontología, del cuidado de la salud, con un claro fin preventivo, relajado, placentero ademas de curativo con modelos de mínima intervención , donde los seres humanos lo viven como una experiencia satisfactoria, que los mantiene en salud y con la boca bonita. Las cosas importantes de la vida como la salud deben ser tomadas con más calma para la busqueda del equilibrio del hombre con su entorno.
Como explica el Dr. Bruce Lipton un estilo de vida de alerta continua, supone un serio problema para nuestra salud, de hecho la casi totalidad de las enfermedades importantes están relacionadas con estrés crónico.
La idea es contraponerse al ánimo de la Fast life y lo que éste representa como estilo de vida. La base de todo está en el cuestionamiento de la «prisa» y de la «locura»generada por la globalización, por el deseo de «tener en cantidad» (nivel de vida) en contraposición al de «tener en CALIDAD». Por tanto, esa «actitud sin prisa» significa trabajar y hacer las cosas con «más calidad», «más sentido» y «más prevención», con mayor perfección, con atención a los detalles, a los pequeños matices porque es ahí donde están los demonios.
La hiper-modernidad y el hiper-consumo empiezan a cansarnos, y mostrarnos su cara más amarga, la salud de la boca no aguanta tanta tecnología, marketing, prisa. ¡Dientes en un día!, ¡blancos ya!, con turbinas de alta velocidad, a costa de lo que sea, faltando al respeto de las leyes de la biología, cada día un dentista diferente, sin saber para donde vamos, sin construir los cimientos para una verdadera salud que dan sentido, futuro, y no productos enlatados con fecha de caducidad, por lo general breve y con problemas secundarios que se ven a posteriori.
Hoy más que nunca, el individuo moderno vive sumido en una particular carrera de obstáculos donde la escala de problemas no se frena, esto requiere entender que si algo queremos que dure hay que cuidarlo y no repararlo, asimismo tomar en forma conciente el control de nuestro cuerpo y nuestra boca, en lugar de vivir bajo la tirania de tratamientos, encontrando un equilibrio con nuestro entorno.
Dar sentido a nuestra practica profesional, nos lleva a comprender las raices y el origen de las enfermedades y así desarrollar una odontología orientada a la salud y no en esa carrera sin fin que lleva a al sobre-tratamiento.