Tienen las enfermedades de la boca causa genética o ambiental (epigenética)

By José Ignacio Zalba
In agosto 12, 2015
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Hay enfermedades que sí son causadas por un gen, pero éstas equivalen a menos del dos por ciento de las que sufre la población mundial. La mayoría de la gente viene a este mundo con genes que deberían permitirles vivir una vida feliz y saludable. Las dolencias más comunes actualmente llamadas enfermedades complejas o multifactoriales como la diabetes, la enfermedad del corazón, el cáncer y los problemas dentales no son el resultado de un solo gen sino de la interacción entre múltiples genes y sobre todo de los factores medio ambientales.

La idea de que hay bocas malas y que la genetica controla la biología dental es una suposición muy extendida, sobre todo entre los  perezosos con el cuidado de su boca. Todo lo contrario, en lo que se refiere a problemas orales la influencia del ambiente es primordial. Por supuesto que existen dientes o encías de mejor o peor calidad  y oclusiones (mordida) más traumáticas, pero lo que desencadena las enfermedades más comunes de la boca es el ambiente que les rodea.

Tras la finalización del Proyesto Genoma Humano en el 2003, los científicos se han dado cuenta de que hay mucho más que genes en  el funcionamiento celular, el desarrollo, el envejecimiento y muchas enfermedades. La idea que se tenía hace pocos años de que los seres humanos  son sólo fundamentalmente lo que está escrito en los genes desde su concepción, está cambiando a pasos agigantados, para dar paso a la epigenética.

La epigenética  como la propia palabra indica del grigo epi, en o sobre, la genética. El término fue acuñado por Conrad Hal Waddington  en 1942 para referirse al estudio de las interacciones entre genes  y ambiente que se producen en los organismos. Es una corriente de la biología que estudia la influencia del medio ambiente y las condiciones exteriores sobre los genes. Literalmente significa “control sobre la genética”. Los recientes estudios epigenéticos están revolucionado la manera en que los científicos piensan que está controlada la vida. ¡Los genes NO son nuestro destino!, no son algo inamovible y determinante como se creía hasta ahora. Las influencias del medio ambiente, incluyendo la nutrición, el estrés y las emociones, pueden modificar los genes, sin cambiar la secuencia básica del ADN.

Las enfermedades de la boca en un número significativo de pacientes  son derivadas de alteraciones inducidas epigenéticamente (ambiente) y no a genes defectuosos, estos nos determinan el perfil de riesgo, esto es que problemas es más fácil que desarrollemos,  pero el futuro de nuestra boca esta en nuestras manos.

Como analogía evolucionista, nuestro cuerpo es un equipo antiguo que tiene que desarrollar el ultimo programa, lo que genera dificultades, desequilibrios que hay que ajustar para que se ejecute el sistema correctamente.

 

 

 

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