Mal-oclusión (Dientes Torcidos): Enfoque Evolucionista

La mal-oclusión se refiere al mal alineamiento de los dientes o a la forma en que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí. En la actualidad las estadísticas a nivel mundial hablan de altos índices de mala oclusión en la sociedad actual, se puede decir, que tiene características de epidemia de los tiempos modernos como ocurre con la caries. La mal-oclusión no es una enfermedad sino una variación morfológica, la cual puede o no estar asociada a una condición patológica.
Para una buena función y estética los dientes deberán estar bien posicionados, son tan importantes los contactos entre dientes de diferentes arcadas, superior e inferior, como los contactos entre los dientes adyacentes. Los principales factores etiológicos para desarrollar mal-oclusiones se asocian a aspectos genéticos, ambientales, una combinación de los dos, o a veces otros, de tipo local, como hábitos orales.

Como sabemos desde el punto de vista de la biología, las estructuras de los seres vivos tienen explicación evolutiva, están hay por alguna razón, como explica la teoría de Darwin de la selección natural. Para que esta serie de transformaciones dento-faciales haya podido efectuarse, tiene que haberse desarrollado a lo largo de períodos de tiempo muy largos.

La cara de los humanos se aplana en comparación con sus antecedentes. Los dientes y los maxilares han evolucionado paralelamente a los humanos hasta nuestros días, esta transformación compleja del sistema masticatoria se relaciona con fenómenos biológicos fundamentales de la hominización tales como la bipedestación, la encefalización, el proceso del lenguaje y factores culturales, como el tipo de alimentos que se consumen, el fuego, y su procesamiento por la utilización de herramientas y el desarrollo la cerámica. Estos cambios evolutivos han aparecido de forma muy lenta, en términos de decenas de miles de años, mientras que desde los últimos 200 años de nuestra era, las variaciones en nuestra forma de vida se han acelerado, lo que ha provocado alteraciones funcionales que afectan al correcto crecimiento del sistema oro-facial, que se traducen muchas veces en una alteración de su volumen,por la falta del correcto desarrollo óseo y muscular, principal causa de los actuales elevados índices de mal-oclusión.

Los cambios rápidos de las sociedades modernas aumenta la frecuencia de alteraciones anatómicas y funcionales de los componentes oro-faciales, que se manifiestan en una reducción del desarrollo óseo y muscular; por contra, las piezas dentales no han sufrido cambios relevantes, es más han disminuido su desgaste funcional, producto de una menor exijencia funcional, como se ha explicado en la entrada pasada donde hemos tratado el tema de las muelas de juicio. La falta de adecuada relación entre los dientes y el tamaño de los maxilares en que deben alojarse, trae como consecuencia signos de mal-oclusión desde edades tempranas del desarrollo durante la dentición temporal y mixta hasta en la edad adulta donde se instalan las anomalías oclusales.

Cualquier modificación de las funciones respiratorias, deglutorias y masticatorias en edades tempranas son la mayor causa de estos desordenes, un análisis temprano nos permite corregir cualquier cambio que permita un correcto desarrollo de las bases óseas, lo que ayuda a prevenir futuras mal-oclusiones y en la mayoria de los casos los tratamientos de ortodoncia.

Un ejemplo simple es que nuestros dientes y estructuras de soporte son fruto de millones de años de evolución, fueron programados genéticamente en el ambiente de la prehistoria para funcionar en un entorno de fuerte desgaste, donde las dietas serían muy duras y poco nutritivas y la esperanza de vida se vio marcada en muchos casos por la capacidad de masticar la suficiente comida que permitiera extraer una nutrición conveniente para sobrevivir.  Las dietas modernas tan blandas no estimulan este desarrollo maxilar,  también existe una falta de estímulo en el sector de  los dientes anteriores por la falta de corte, ya que utilizamos cubiertos para este fin, comemos hasta las frutas cortadas, no a mordiscos y los bocatas hoy nos eliminan hasta la corteza del pan de molde para que este sea más blandito.

Nota: leer la entrada anterior donde hemos tratado el tema de las muelas de juicio, ya que, tiene información que ayuda acomprender y enriquece la raiz del problema de la mal-oclusión.

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