El coste de mantener dientes para toda la vida
Ya sabemos que la mayoría de las personas en la sociedad actual, serán vulnerables de por vida a las enfermedades orales más comunes, y que en la segunda etapa de la vida aumenta la cecesidad de tratamientos, pero también sabemos que si a los dientes originales se tratan bien, pueden durar toda la vida en buenas condiciones. Cuando nos planteamos este objetivo, es normal que podamos tener algun problemilla, al fin y al cabo no dejan de ser delicados y el riesgo cero no existe. Lo importante en cualquier caso es que seamos conscientes de la posibilidad de este riesgo, para tratar de evitarlo, y en su caso estar preparados para curarlos antes de que se dañen más, manteniendo íntegro el sistema durante el mayor tiempo posible.
La salud oral todavía no es para todo el mundo, solo para aquel que está dispuesto a alcanzarla, este objetivo requiere de un adecuado cuidado personal complementado por cuidado preventivo profesional regular. Siendo conscientes del efecto que produce la ausencia de cuidado, deberíamos empezar con una buena revisión de nuestro perfil oral, esto es saber a que problemas vamos a ser más susceptibles, y evitar que alcancen un Efecto Mariposa en nuestros hábitos.
Ignorar el mantenimiento de la boca nos conduce a complicaciones y sufrimientos que ya conocemos de otra eras, que aunque podemos aliviar con tratamientos, ya sabemos el coste en el bien-estar que todo ello supone, nunca será lo mismo un diente sano que uno reparado, ya que estos nos dan más problemas y su ciclo de vida se acorta.
En resumen, si permites el descuido aparecerá de lesión dental que sino lo reparas pronto, luego no te sorprendas si te encuentras en medio de un lodazal en el que tú has sido parte por activa o por pasiva. La bola de nieve del abandono, o la pereza tiende a crecer rápidamente, la falta de cuidado y la no reparación inmediata de un daño leve nos envia un mensaje: el descuido nos lo podemos permitir. Si no se transmite el mensaje que da toda acción de respeto y cuidado hacia lo que tenemos, y dejamos que el deterioro, el abandono o la resignación ganen la partida, entonces la enfermedad, los malos hábitos, el daño, el dolor, y degradación de la boca tenderán a propagarse rápidamente. En conclusión, si queremos evitarlo, hay que cuidar y sino tratar cuanto antes.
Adquirir buenos hábitos de cuidado de la boca, es fundamental porque relajarnos mediante la omisión de pequeños detalles que a simple vista podrían parecer poco importantes, pueden ocasionar brechas en el sistema que acaben por hundir el barco, tu salud dental.
Porque del mismo modo que podemos ser causa de la expansión del daño haciéndolo crecer, podemos ser también causa de la reparación respeto y cuidado, y eso no es una utopía.
