«La forma sigue a la función» esto es Ley Natural
El estudio de la Naturaleza nos demuestra que existe un orden natural regido por leyes. Se llama Ley Natural a los fenómenos naturales que se repiten constantemente dadas ciertas condiciones necesarias. La vida es reconocible en la expresión, que forma siempre sigue a la función. Es un principio de diseño funcionalista, en el que la forma de un ser vivo esta basada primordialmente en su función o finalidad.
Ley natural en el hombre hace referencia al sentido y compresión de la persona, a la esencia o naturaleza humana, aquello que es propio y característico del ser humano. La forma del cuerpo y de la boca, son la expresión de lo que la persona hace y vive. Así como en la naturaleza, en el ser humano la forma, obviamente, sigue a la función.
En biología, se llaman funciones biológicas a los procesos que se realizan en los seres vivos y que contribuyen a la conservación de la especie a través del tiempo. Hay funciones comunes en todos los seres vivos, también llamadas funciones vitales, como la respiración, la alimentación y la eliminación.
Cuando hablamos de función oral, hablamos de funciones vitales de supervivencia, como son fundamentalmente de masticación bilateral, respiración nasal y deglución fisiológica, que son la base sobre la que se sustentan otras funciones fisiológicas. Funciones orales que en nuestro entorno civilizado, se ven alteradas con facilidad, alterando el desarrollo y la salud, no solo de la boca, sino de todo el cuerpo.
Las funciones de la boca representan un pilar fundamental en el desarrollo del complejo orofacial y del cuerpo que constituye una unidad morfofuncional dinámica y cambiante que se va adaptando a las necesidades funcionales del individuo. Las características en las formas , son la resultante de factores morfogenéticos de crecimiento y desarrollo y factores ambientales en relación con el equilibrio neuromuscular y la articulación temporomandibular.
En el pasado, a la odontología le ha dado prioridad a la forma y estética de los dientes, sin importar la funcionabilidad, que no se ha entendido bien. Sin embargo, hoy en día, la odontología ha cambiado su enfoque hacia la función, actualmente se consideran todos los aspectos, no solo lo morfológico sino también lo fisiológico y dinámico considerando «La salud oral es una función crucial que no solo previene las enfermedades de la boca, sino que además sustenta la vida de las personas».
La visión funcionalista libera a la odontología de una miopía ligada a lo superficial, la forma, la estética y la lleva a un análisis más profundo, donde comprender la razón de los problemas. Las estructuras y las funciones no son independientes, son interdependientes. Rehabilitar las funciones de la boca (respiración, masticación y deglución) es la clave de la salud oral y general del individuo, ya que, su disfunción provoca inhibición de la eficacia y del buen funcionamiento de la boca y del sistema nervioso.
El termino mal-oclusión o lesión dental reflejaba una alteración de la función, que se acompaña con el tiempo de un daño estructural y por lo tanto una patología que se corresponde siempre un mecanismo de adaptación y/o compensación. Por ejemplo respirar por la boca, esta modificación de la fisiología comporta un serie de fenómenos adaptativos, es decir, la lengua se sitúa en disfunción en posición baja, es fácil entender que si persiste en el tiempo esta disfunción, se produce una compensación, el maxilar se estrecha y la mandíbula generalmente no se desarrolla adecuadamente, lo que provoca una falta de espacio para los dientes.
