Saliva: Regulador Sistema Nervioso Vegetativo

El sistema nervioso se divide en dos partes, el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. Dentro del sistema nervioso periférico, está el sistema nervioso vegetativo o autónomo (SNA). La secreción de la saliva se encuentra en su mayor parte bajo el control del SNA.

En el sistema nervioso autónomo están el sistema nervioso simpático y el parasimpático. Es la parte del sistema nervioso que se controla nuestras acciones involuntarios, actúa sobre los vasos sanguíneos, músculos o glándulas. Regula los procesos vitales o la homoestasis. Ambos sistemas funcionan en oposición natural y deben estar en equilibrio, mientras que el simpático prepara para la acción el parasimpático actúa en reposo.

El sistema simpático en la selva es correr y pelear, conductas de lucha y de huida. Aumenta la frecuencia de latidos del corazón, dilata los bronquios y las pupilas. Estimula las glándulas suprarrenales (adrenalina). Provoca Sudoración excesiva en manos, axilas o cara se relaciona con  hiper estimulación, estrés.

Importante para nosotros, en la estimulación simpática la producción de saliva se reduce,  esta viscosa, poco fluida, rica en componente mucoso. La boca se seca producto de la adrenalina originada por el estrés. El Simpático suele inhibir la actividad del tubo digestivo que inervan las glándulas salivales que provienen del ganglio cervical superior.

El sistema parasimpático  es responsable de la regulación de órganos internos del descanso, de la digestión y las actividades que ocurren cuando el cuerpo está en reposo como el sueño.

Importante para nosotros, en la estimulación parasimpática craneal (por los nervios glosofaríngeo: nucleo salivar inferior, gándula  parótida  y  el vago que inerva sistema digestivo)  aumenta la la secreción saliva, determina una secreción abundante, acuosa y rica en amilasa y mucinas.

Las enzimas de la cavidad oral en especial la amilasa salival es controlada por los dos sistemas pero el Sistema Parasimpático es el que va a controlar la secreción de esta enzima en la boca cuando se ingiere algún alimento ya que el Sistema Simpático va a tener la función de inhibir este proceso.

Una boca húmeda muestra una persona saludable, donde todos los mecanismos de protección estan funcionando, el sistema nervioso simpático y el parasimpático se encuentren nivelados o incluso el parasimpático un poquito mas alto (lo que controla nuestro nivel de adrenalina, generada por el simpático predominante). Todo ello se traduce tranquilidad, autocontrol, relajación muscular, normo-tensión, mejor respuesta inmune, lo que pone en funcionamiento los mecanismos de reparación internos de protección, lo que se traduce en menos enfermedad oral pero también  a nivel sistémico, es un  antídoto del estrés  y la hiperactividad con todas sus negativas consecuencias,  o de  problemas digestivos entre otros.

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