Principios para la Introducción a la Prevención en salud buco-dental
Los principios son reglas o normas que orientan la acción de un ser humano. En esta área, se trata de normas de carácter general para la correcta aplicación de los modelos de prevención en salud buco-dental.
1. Individualidad.
Somos diferentes unos de otros. No hay una lesión idéntica a otra; cada cuerpo rompe por su eslabón más débil y depende de la resistencia de los materiales, en este caso una veces son los dientes, y otras ligamentos, hueso, músculos,… Tampoco encontramos dos formas idénticas de responder a una agresión.
Primer error en nuestra formación: nos enseñan a realizar tratamientos, empastes, extracciones, prótesis, implantes,… Hay que tratar enfermos.
2. Causalidad.
No podemos Prevenir, o evitar que una lesión se reproduzca sino conocemos la causa, el origen. Si hacemos un empaste sin que sepamos el porque, algo que lo justifique, estamos frente a una causa oculta. Entonces se reproducirá, volverá a repetirse. Nuestro cuerpo realiza conpensaciones, de tal manera que se aleja del origen, lo que oculta la razón.
Segundo error: trabajar sólo el síntoma, la caries, la infección. Hay que buscar y trabajar también la causa, es más, yo diría que empezar por ella porque una vez que la eliminas el cuerpo tiene capacidad de recuperación, lo que disminuira nuestra intervención principio básico de los modelos de Mínima Intervención.
3. Globalidad.
El cuerpo funciona como una unidad, es un sistema coordinado, de tal forma que problemas de salud general, se muestran en la boca, y problemas de boca afectan a nivel general. De hecho los dientes están perdiendo importancia en la función digestiva, las dietas son muy blandas y cocinadas, lo que significa que externalizamos esta función. Pero esta falta de trabajo que se produce nos altera el desarrollo de la boca y del sistema respiratorio, además de desequilibrar los sistemas neuromusculares o nervioso.
Tercer error: visión dentocentrada, trabajo local. Hay que trabajar de forma global y simultánea.
4. Participativa.
La persona es la responsable máxima de su salud, con lo que tiene que tener una actitud pro-activa, participativa en el restablecimiento de su salud. Tiene que conocer además del problema y su causa, como ayudar. Para que exista una Mínima intervención por nuestra parte, tiene que haber una máxima intervención por parte del paciente.
Cuarto error: venimos de modelos muy paternalistas, donde el dentista hace todo y el paciente nada, lo que lleva a modelos más invasivos.