Barreras para la Prevención

Todo el mundo sabe que es mejor prevenir que curar, pero luego la mayoría no lo hace, ¿porqué?

Primero de todo hay un obstáculo en nuestra especie como ya comentamos en un a entrada anterior. Es lógico, que en una especie con una esperanza de vida de 30 años prácticamente hasta el siglo pasado, la búsqueda de la salud no era un objetivo prioritario, al que destinar recursos para su mantenimiento, ya que, su deteriodo y el final del ciclo vital practicamente coinciden.

El desafio nuevo como especie es haber practicamente triplicado nuestra esperanza de vida, lo que exige el diseño de nuevas estrategias de mantenimiento. La preocupación por el cuidado de la salud es un objetivo nuevo. El miedo frente a la amenaza, al dolor, a la enfermedad, al que nos enfrentamos por vivir tanto, ademas de la busqueda de la calidad de vida y bienestar,  nos han puesto en el camino del cuidado de la salud.

Ello requiere de un giro duro para nuestra psicología, ya que, todavía no hemos creado los resortes y la cultura para implementar a gran escala los modelos preventivos.

Tanto la prevención y como el cuidado de la salud son una inversión a largo plazo. Para obtener resultados, no vale con  tapar agujeros a corto plazo,  sino que  requiere de esfuerzos que van a encontrar resultados alejados y normalmente queremos resultados inmediatos.

Estos resultados no se visualizan porque no son tangibles. Cuando hacemos una buena prevención todo esta normal, bien, no se estropea, hay ausencia de problemas, con lo que no vemos cambios,  esa es la pega de su éxito.  No es espectacular como la reparativa, cuando viene alguien con dolor dental, le quitas el nervio y mejora rápidamente.

Como la persona no ve el problema, le cuesta invertir en prevención hasta que ya es tarde. Como no se valora, no se paga, y como no se paga la mayoría de los profesionales no la hacen, porque o cobras lo que haces o haces lo que cobras. Una pescadilla en la que todo el mundo es víctima y culpable de caer en la enfermedad.

Además, por eso mismo, los dentistas tampoco se forman bien en esta especialidad, caen en una prevención simplista del siglo pasado, cepillate con flúor y no comas azúcar, que no ha funcionado, y lo demuestran los resultados. No hacen la prevención moderna individualizada, donde se realiza el análisis de biomarcadores.

Todos los dentistas sabemos que el mejor arreglo, es el que no se hace.

 

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