Los dientes: pieza clave en la comprensión de la Evolución Humana
Aunque los dientes son estructuras pequeñas en el cuerpo, se puede obtener mucha información a partir de ellos, ya que, debido a su naturaleza son el tejido más duro del cuerpo humano, por ello son el órgano que mejor se conserva a lo largo de los miles de años sin alterarse. Esto hace que estos registros originales pueden ser observados y comparados con los diferentes rasgos dentales actuales, ayudando a conocer la historia evolutiva de los seres humanos, para descifrar aspectos sociales en los individuos y sus grupos a través de las huellas y señales que quedan en ellos, reflejando en forma acumulativa los cambios acontecidos desde su surgimiento hasta las formas contemporáneas.
En principio, los dientes humanos presentan aspectos elementales para los estu-dios del pasado, sus principales peculiaridades son:
1. La alta heredabilidad de los rasgos dentales
2. La posibilidad de establecer clasificaciones precisas, claras y com-prensibles;
3. La ausencia de correlación significativa entre los rasgos discrimina-dores;
4. Comparar directamente dientes o fósiles dentales de otras épocas con los actuales que se extraen por diversas razones
5. Su estabilidad en el tiempo.
6. El relativo buen estado de conservación del material dental en comparación con el óseo.
7. La resistencia a las altas temperaturas y a la acción de ácidos bu-cales.
Medicina evolucionista (o evolutiva) es la aplicación de la teoría evolutiva moderna para entender la salud y la enfermedad. El objetivo de la medicina evolucionista es entender por qué la gente se enferma, y no sólo la forma en que se enferman. La investigación médica moderna y la práctica se han centrado en los mecanismos moleculares y fisiológicos subyacentes de la salud y la enfermedad, mientras que la medicina evolucionista se centra en la cuestión de por qué la evolución ha dado forma a estos mecanismos de manera que nos hacen susceptibles a la enfermedad [](8).
Este enfoque evolutivo ha impulsado también importantes avances para entender las enfermedades orales. El conocimiento de la biología evolutiva de estos fósiles proporciona a los dentistas información que es comparable a los conocimientos que se proporcionan de otras ciencias básicas (anatomía, oclusión,…), beneficiando la comprensión de la relación entre la constitución del cuerpo, estas enfermedades y el entorno socio-natural.
La caries es una de las enfermedades más fácilmente observables en los restos humanos recuperados de las excavaciones arqueológicas. Por su largo tiempo de desarrollo y por no ser de naturaleza letal, las lesiones que se presentan en el mo-mento de la muerte siguen siendo reconocibles indefinidamente, lo que permite observar, junto con otros datos arqueológicos y ecológicos, los tipos de alimentos que una determinada población consume, la tecnología de cocción que utilizan, la frecuencia relativa del consumo y la forma en que la comida se comparte entre el grupo.
Aunque la periodontitis es una enfermedad dental, tiene ciertas características que la hacen menos reconocible en el tiempo, ya que produce su lesión en la estructura ósea de los maxilares. El hueso al ser más frágil, se remodela con más facilidad generando alteraciones de los márgenes alveolares. Los factores responsables de este hecho, se han pasado por alto en la mayoría de los estudios, conduciendo a una sobre-evaluación de la incidencia de la enfermedad periodontal.