La Respiración Nasal como Regulador Neuroemocional

La respiración ajusta  la frecuencia y el ritmo respiratorio automática  o inconscientemente a las necesidades fisiológicas y a los estados emocionales.

Escucharse, sentirse a uno mismo es escucharse el corazón y escucharse el corazón es escucharse su ritmo cardiaco y este depende de la frecuencia respiratorio, sistema cardio-respiratorio.

En situaciones de estres o conflicto emocional continuo ese ajuste respiratorio puede anclarse en forma de hábitos o patrones fijados de respiración alterados. Los patrones respiratorios alterados suelen surgir como respuesta a la amenaza, sobre todo durante las primeras fases de la vida.

En los enfoques de regulación del  Sistema Nervioso ascendentes o corporales, el cuerpo y en concreto de la boca a través de la respiración es la puerta de entrada al sistema nervioso.

Los patrones respiratorios reflejan, sostienen y confirman patrones funcionales del Sistema Nervioso. La ansiedad, la ira o la frustración alteran el ritmo respitratotio, lo que se traduce en la alteración de la frecuencia cardiaca y en la desregulación del sistema nervioso.

Los centros nerviosos y controles de regulación respiratorios se encuentran localizados en el bulbo raquídeo y en la protuberancia del tronco del encéfalo.

Es en el grupo respiratorio dorsal de neuronas se controla la inspiración y se genera el ritmo básico y normal de la respiración. El grupo respiratorio dorsal se extiende a lo largo de la longitud del bulbo raquídeo, se encuentra constituido por neuronas que están localizadas en el interior del núcleo del tracto solitario que se localiza en la porción caudal del bulbo raquídeo. El núcleo del tracto solitario conforma la terminación sensitiva de los pares nervioso craneales vago y glosofaríngeo.

Ante una situación de peligro, trauma, miedo crónico la persona responde con un patrón respiratorio muy superficial, hipoventilación  como manera de inmovilizarse disminuir su activación y disociarse (sistema nervioso vago dorsal).

Mientras que otro individuo responde con una respiración más forzada y torácica,  hiperventilación como modo de responder a su estado emocional de ira y agresividad, como modo de defensa ante sentimientos de temor o  amenaza con aumento de de la estimulación del Sistema Nervioso (sistema nervioso simpático).

La respiración normal es una función automática cuyo control está mediado por la estrecha relación entre una serie de estructuras. Para la regulación neuroemocional primero se estudian los hábitos respiratorios: la frecuencia, profundidad o el movimiento y tensión de los músculos. Se evalúan estructuras como cavidad oral, perfil facial, amígdalas, adenoides, y funciones paralelas a la respiración como la deglución, masticación y postura corporal para detectar  cambios estructurales y detectar algún posible atranque u obstrucción respiratoria.

Cambiar los patrones respiratorios  exige un proceso de rehabilitación neuromuscular con intervenciones conservadoras y graduales donde se trabaja desde la memoria implícita para crear desde un patrón muscular nuevo generar un nuevo circuito neuronal de respiración nasal.

Rehabilitar la respiración aumenta la capacidad para auto-regularse corazón-sistema nervioso  y para ampliar el margen de tolerancia biológica.

 

 

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